viernes, 19 de agosto de 2011

DUNEDIN, EN GALEICO ANTIGUO EDIMBURGO

Amanecemos en Dunedin, hoy toca día cultural, conocer la ciudad e ir al Museo Nacional, lo primero es ir al Centro de información, y contratar una excursión donde vamos a ver Cormoranes, Leones Marinos y el Pingüino de ojos amarillos. Tras contratarla nos vamos al Museo Nacional, donde tienen mezcladas las pinturas, antiguas con las modernas, es algo raro, la mayoría son pintores Neozelandeses, aunque también tienen alguno Ingles.
Nosotros esperábamos algo más local, de la gente de la comarca. La visita dura una hora y de ahí a ver un poco el pueblo y conocer sus edificios históricos.

Esta ciudad en su mayoría tiene construcciones de estilo Escocés,  ya que los primeros colonos fueron ellos. De hecho la Iglesia de este pueblo es idéntica a la de Edimburgo, la verdad que muy bonita, no recordábamos nosotros que la iglesia de Edimburgo fuera así, debe ser por la cantidad de años que hace que la vimos.

Bueno después de visitar los lugares más emblemáticos de Dunedin, nos dirigimos a la excursión esperada.
Tras una hora de coche, nos encontramos en la Península de Otago, es conocida por las colonias de Albatros y de Pingüinos.
A lo que íbamos, nos montan en un pequeño tractor de 6 ruedas y comenzamos el viaje.
Nos suben hasta una colina para ver las espectaculares vistas de la Península y tras ese corto trayecto nos dirigimos a ver los Cormoranes, los pobres están acurrucados en sus nidos, nos cuenta el guía que están así por  que están incubando los huevos, pero vamos que están así por el frio que hace, a nosotros que no nos engañe.

Después vamos a ver los Leones marinos, la mayoría son crías, y solo se ven un par de adultos, daban una pena los pobres,  te miraban con una carita de llévame contigo, nos hinchamos a hacer fotos a los Leones.



Ahora viene lo complicado, ver los Pingüinos Amarillos. Tienen preparados unos Hide enormes para intentar verlos, pero nos cuenta el guía que no es la hora, que en unos veinte minutos es posible que lleguen, pero nada, vemos a lo lejos uno en el agua, pero no se decide a salir del mar. Mala suerte no vinieron más, pero detrás de los Hide, tiene los nidos otro tipo de Pingüino, el Azul, este si le vimos un poco más de cerca, el pobre hay metidito en el nido incubando la nueva generación.
Finaliza la visita, y nos dirigimos hacia Moeraki, para pasar noche.

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